
Para crear un robot es necesario ensamblar una serie de
partes y utilizar distintas clases de tecnología para que se pueda mover, como
la hidráulica, con cintas de caucho y ruedas. Hasta el momento esta tecnología
es limitada: es unidireccional, por ejemplo, o no es capaz de adaptarse a
terrenos desnivelados — éste es uno de los mayores desafíos de los robots
locomotores.
Si los robots tuviesen músculos, como el cuerpo de un
mamífero, podrían moverse y ser controlados más fácilmente. Un equipo de
investigadores de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, liderados por
el profesor de bioingeniería Rashid Bashir, ha creado una serie de robots
locomotores con tejido muscular.
Anteriormente, el equipo había desarrollado un robot que
funcionaba con células cardíacas de ratas, que resultó ser una solución
imperfecta ya que las células cardíacas se contraen constantemente, haciendo
difícil controlar los movimientos del robot. Los nuevos robots, por otro lado,
funcionan con una tira de músculo esquelético que puede ser controlado con
pulsaciones eléctricas que son fáciles de suministrar y de programar.
“La células de los músculos esqueléticos son muy atractivas
para nosotros porque puedes marcar su ritmo utilizando señales externas”, dijo
Bashir. “Por ejemplo, utilizarías un músculo esquelético cuando diseñas un
dispositivo que quieres que empiece a funcionar cuando detecta una sustancia
química o recibe una señal. Para nosotros, esto es parte de nuestra caja de
herramientas en el momento de diseñar. Queremos tener distintas opciones que
los ingenieros puedan utilizar a la hora de diseñar aparatos”.
El robot es ensamblado siguiendo el sistema del
hueso-músculo-tendón. Una base de hidrogel impresa en 3D conforma la “columna
vertebral” del robot. Esta base es lo suficientemente fuerte como para mantener
la estructura del robot, pero también lo suficientemente flexible como para
moverse con el músculo. La tira de músculo se monta en la columna con dos
postes, que tienen dos funciones: sirven de tendones y de pies del robot. Se
suministran pulsaciones eléctricas; mientras más elevada sea la frecuencia, más
rápido se moverá el robot.
Por el momento, el robot sólo se puede mover en una sola
dirección. La próxima meta del equipo de investigadores es integrar la
capacidad de giro. Esto implicaría una columna vertebral más flexible, y hasta
neuronas integradas en el robot para que pueda ser manipulado con base en luz o
sustancias químicas.
Algún día se podrán utilizar estos robots en distintos
campos, especialmente en la medicina, dice el equipo, desde robots para
realizar cirugías hasta implantes inteligentes.
“Nuestra meta es que se utilicen estos robots como sensores
autónomos. Queremos que detecte una sustancia química en específico y que se
dirija a ella, y que suministre agentes que puedan neutralizar una determinada toxina, por ejemplo. Poder
controlar esto ya es un gran paso hacia nuestra meta”.
Fuente: CNet.com/es
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