
El marcapasos es un dispositivo que han salvado millones de
vidas, sin embargo solucionar las alteraciones del ritmo cardíaco quizás no
pase por implantar estos aparatos eléctricos, sino por corregir las propias
células cardiacas. Esto es lo que investigadores del Instituto Cedars-Sinai de
Los Angeles han conseguido, de momento en cerdos mediante una inyección de un
gen.
Los resultados con 12 cerdos con arritmias cardiacas son el
esfuerzo de 12 años de trabajo, donde se logró la corrección mediante la simple
inyección de el gen TBX18, el cual genera una proteína implicada en la
actividad eléctrica del corazón y en el desarrollo de nuestras células
marcapasos antes de nacer. Hallazgo que con toda la cautela los propios
investigadores apuntan, el último peldaño antes de probar esta técnica en
corazones humanos.
En lugar de utilizar las pequeñas descargas eléctricas que
aplica un marcapasos para conseguir regular el latido del corazón, los
investigadores utilizaron el gen para reprogramar un tipo de células cardíacas
(cardiomiocitos) en las células del corazón responsables del ritmo.
Estas células, capaces de generar la actividad eléctrica
suficiente para que el corazón se contraiga unas 60-90 veces por minuto, se
encuentran localizadas en una región cardíaca concreta denominada nódulo
sinoauricular, una especie de centro del latido, que se encuentra dañado en las
personas con diferentes tipos de arritmias (como la fibrilación auricular o
ventricular).
En los animales del estudio, la inyección del gen TBX18 directamente
en el corazón, mediante un procedimiento por cateterismo que resultó seguro y
poco invasivo, logró revertir con éxito la arritmia que los propios
investigadores habían provocado a los animales durante un plazo de dos semanas
sin necesidad de un marcapasos .
“Se demostró un correcto funcionamiento de las células
reprogramadas cuando los animales realizaban algún tipo de actividad física,
incluso con una mejor adaptación al ritmo de los animales con un marcapasos
estándar”, dijo el Dr. Eduardo Marbán, responsable de la investigación.
Los científicos esperan comenzar con los ensayos en humanos
y por ahora son cautos sobre la aplicación de su descubrimiento pues aún no lo
consideran una alternativa total al marcapasos, sino más como una transición. Por
ejemplo, en pacientes con una infección que no pueden recibir un nuevo
marcapasos hasta que remite la infección, o incluso para lograr corregir
ciertos defectos cardíacos en fetos, a los que no se puede implantar un
dispositivo electrónico.
Fuente: sciencemag.org
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